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¿Por qué las resoluciones de fin de año a menudo fracasan?

Cada Fin de Año es una invitación a hacer resoluciones en nuestra vida. Aunque saben por experiencia que al cabo de poco las resoluciones se quedan en el congelador, seguimos planeando todo de cambios que nos parecen necesarios. 

Si queremos que el 2022 sea “el año” para tener nuevos hábitos y abandonar los negativos es necesario que analicemos por qué no funcionan las resoluciones de fin de año:

  1. Nos ponemos objetivos demasiado ambiciosos y no nos damos cuenta de que no se puede llegar a la cima del Everest en un día y sin prepararnos. Los cambios son un viaje a pequeños pasos.
  2. No creemos que sea posible alcanzar los objetivos que nos hemos marcado. No tenemos suficiente confianza en nosotros mismos y no nos comprometemos de verdad.
  3. A pesar de que hemos leído muchos libros de crecimiento personal no hemos puesto casi nada en la práctica. Nos creemos que leyendo un manual de cómo jugar a tenis ya podemos ganar partidos. 
  4. Las resoluciones que hemos hecho son una fuente de sufrimiento en vez de ser placenteros. Nos estresamos y se convierten en ” deberes” que nos acaban persiguiendo.
  5. Como tenemos miedo a fallar no compartimos con nadie nuestros propósitos. Como consecuencia no tenemos el apoyo necesario de nuestra familia o de los amigos.
  6. A menudo tomamos resoluciones sin tener bien claro por qué nos lo proponemos.
  7. Las resoluciones que formulamos son demasiado generales. Por ejemplo ” hacer más ejercicio físico “sin concretar qué quiere decir más ejercicio, ni fijar objetivos y tener un calendario.

PISTAS PARA CONSEGUIR QUE NUESTRAS RESOLUCIONES SEAN UN EXITO

  1. Decidir el siguiente paso inmediato para alcanzar las nosotras resoluciones
  2. Convertir resoluciones en compromisos. Tenemos que ser muy conscientes de que tomamos un compromiso.
  3. Los resultados son la consecuencia de acciones masivas y bien planificadas día a día. 
  4. Debemos encontrar la manera de disfrutar de nuestros compromisos. Cuando alcanzamos un reto nos podemos felicitar e incluso darnos un regalo como recompensa.
  5. Mejor no mantener nuestro compromiso en secreto. Podemos dar cuentas a un amigo o a un familiar que nos apoye y nos anime cuando fallamos.
  6. Hay que ser muy específico con lo que queremos lograr tanto en las acciones a emprender como el calendario para su ejecución.
  7. Debemos ser honestos con nosotros mismos para definir a fondo por qué queremos hacer cambios en nuestra vida. Si hemos decidido unos cambios por la presión de nuestro entorno nuestras resoluciones no funcionaran. Evaluar bien lo que nos aportarán estos cambios nos puede motivar y animar.

SOMOS HUMANOS Y HEMOS DE CONOCERNOS MEJOR ANTES DE REALIZAR CAMBIOS

El fracaso de las resoluciones de Fin de Año no es porque tengamos comportamientos autodestructivos o que seamos débiles o porque simplemente se convirtieron en hábito o que en nuestro entorno todo el mundo lo hace o son fenómenos causados por la genética o la neurobiología. La mayoría de veces olvidamos que nuestro comportamiento es a menudo inconsciente y lo vamos desarrollando con creencias y necesidades inconscientes. Estas creencias y necesidades forman parte de nuestra identidad y los cambios pueden ser experimentados inconscientemente como peligrosos.

Por eso, antes de hacer resoluciones debemos entender las fuerzas que nos dan a hábitos destructivos o poco saludables. El conocimiento de uno mismo y saber entender nuestra conducta consciente e inconsciente es vital para llevar a cabo los cambios que queremos hacer. Por más que pintemos el coche con un color fascinante no por ello el coche irá más de prisa o más lejos. Debemos revisar el motor, saber a dónde estamos y a dónde queremos ir y tener el suficiente carburante para llegar.

QUE TENGÀIS UN BUEN 2022 Y QUE VUESTRAS RESOLUCIONES SEAN UNA REALIDAD